Para beber una botella de cerveza hay dos cosas que necesitas: un abridor para abrirla y un vaso para servirla (a no ser que la abras con los dientes y la bebas a morro, que entonces sólo necesitas la boca).
Pues este maravilloso invento que os presentamos hoy ha juntado esas dos cosas, y con el mismo vaso que la destapas, te la bebes en el abridor. O al revés. Pero vamos, que es un todo-en-uno magnífico.
Eso sí, no intentes abrir una cerveza antes de haberte acabado la anterior, o las consecuencias pueden ser catastróficas. Y apura bien el vaso antes de girarlo, no dejes ni gota (aunque si estás leyendo este blog, damos por supuesto que nunca lo haces).
Pues nada, ya sé que regalo quiero para mi cumpleaños, que queda poco ya. Voy a cambiar toda la vajilla de mi casa por esta.
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