Stone es una de las grandes marcas americanas. Hasta hace muy poco, era prácticamente imposible encontrar cervezas de esta craftie en España. Pero ahora han llegado en cuentagotas, y ha sido posible degustarlas en diferentes bares y pubs.
Ellos definen este potente brebaje como "American Strong Ale". Ciertamente, nos parece demasiado oscura como para considerarla una IPA o una Doble IPA (su alcohol por volumen está en la frontera, 7,2% ABV), pero su carácter se decanta clarísimamente hacia el lúpulo.
Es una cerveza de color cobre oscuro, tirando a marrón, transparente. Forma una corona de espuma bastante persistente, de color marrón claro. Lo primero que destaca al beberla es su sequedad. Es una cerveza atenuadísima, con pocos azúcares residuales, y con una marcada tilde en el lúpulo. Multitud de aromas a pino y frutas tropicales maduras dan fe de esto. También las maltas están presentes en forma de caramelo. Además de seca, esta cerveza es muy amarga. Los 100 IBUs se notan y mucho. Más aún al no haber un balance dulce.
En definitiva, es una cerveza agresiva, tal como nos hace ver su imagen y marketing. No es una cerveza amable para beber a toda hora. Aunque a nosotros nos ha encantado (pese a no haber quizá colmado todas las expectativas). Además, puesta en contexto, sería toda una revolución y declaración de intenciones cuando fue concebida, allá en 1997.
“Mi opinión en un Tweet:” Bastarda, arrogante, incómoda, agresiva, desafiante y cara. Nota: Notable bajo.
Es una cerveza que no se parece a ninguna. Me recuerda ese sabor a madera y terroso que tiene, ademas de su buena densidad en boca.
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