En la cata de hoy, probaremos dos versiones diferentes de la misma cerveza. Moritz, cervecera catalana "rescatada" hace 11 años, ofrece sus dos cervezas más conocidas en versión sin pasteurizar, en su "micro-brewpub” de Barcelona, que ya visitamos en su momento. Hoy nos centraremos comparando la versión tipo pilsner.
Lo primero que observamos son algunas diferencias a nivel de espuma y transparencia. La espuma es mucho más cremosa en la versión fresca que en la embotellada, cosa que también nos dará mejor paladar (de esto hablaremos luego). A nivel de transparencia notamos algo de turbidez en la versión fresca -muy poca-, mientras que la versión comercial corriente es absolutamente transparente.
Es a nivel de sabor es donde notamos una gran distancia entre ambas. A nivel de maltas no habrá casi diferencia, manteniéndose el grano en un plano discreto en forma de pan fresco y algo de miel. El lúpulo lo notamos bastante más en la versión fresca. Especialmente en el primer trago, apreciamos un fino y agradable sabor floral.
Pero lo que da el toque, lo que las hace cervezas literalmente distintas, es la aportación de la levadura y la espuma/crema. Si habéis probado bitters inglesas en cask, recordaréis este característico sabor que da la fermentación. Este mismo sabor lo encontramos en la Moritz fresca. Es especialmente curioso porque se trata de una cerveza de baja fermentación, pero es claro y meridiano. El paladar, lo que los ingleses y americanos llaman mouthfeel, es mucho más sedoso en la versión fresca. La versión corriente es seca, aguada, y no tiene un paso especialmente agradable.
En definitiva, la Moritz Fresca es una cerveza que recomendamos a todo el mundo. Y la recomendamos como cerveza, como buena cerveza. La Moritz pasteurizada la podemos recomendar como refresco, pero no mucho más. En la “fábrica”, los vasos de caña de 20 cl. están a 1,70€, que no está del todo mal viendo a qué precios se venden cervezas mediocres en los bares del centro barcelonés.
También se puede comprar en growler con sistema Pegas para llevar a casa (y aún así recomiendan mantener refrigerado y consumir en poco tiempo, claro). Nosotros hemos echado de menos la clásica jarra de 50 cl., para poder saciarnos a gusto.
Además es una cerveza que no pierde cualidades cuando coge temperatura en la copa, a diferencia de la versión más comercial, que tiende hacia unos aromas a goma algo desagradables. Aunque también tenemos que decir que dudamos que llegue a calentarse, ya que su bebiblidad es muy elevada.
No hace falta ni contar, la Moritz Fresca gana por goleada, KO, paliza y chorreo a su versión filtrada y pasteurizada. Si tenéis ocasión probadla. Y si podéis probar la Epidor sin filtrar, hacedlo también. Pero de esta ya hablaremos otro día.
Mira que probé este año la versión comercial y me pareció un mal refresco, pero si pintas así la versión fresca, habrá que probar.
ResponderEliminarOJO!! si tiene un agradable sabor floral y está embotellada en cristal transparente me hace reflexionar sobre lo poco que saben sobre cerveza lupulada y lo mucho que aprecian el Marketing. Si a esto le sumamos que lo de cerveza catalana es mas bien un mito...Pues eso, que lo de Fresca es un claro referente a los pocos días que hay para beberla tras salir de fábrica, ya que encontrarla en buenas condiciones será casi imposible fuera de la "fábrica".
ResponderEliminarPartamos de la base de que no está pasteurizada ni embotellada. La botella trasparente es la que utilizan para embotellar a modo de growler, a granel, en sistema de embotellado presurizado de la tienda. No se trata de un producto comercializado fuera de la tienda de la fabrica, por lo que da igual el color del cristal de la botella, ya que Moritz recomienda mantenerla en la nevera y consumirla en un plazo menor de siete días, por lo de fresca, y se elabora en la propia fábrica, con lo que de mito nada: elaborada y distribuida en Barcelona.
EliminarSiendo así se entiende, sería una ingenuidad una botella transparente. Habrá que ir a la fábrica para probarla. La versión comercial que conocemos todos es mejor dejarla para cuando no existan otras opciones producidas con materias primas de calidad. Saludos.
EliminarPues será de las pocas fabricadas en Catalunya, porque hasta donde yo se, la Moritz se fabrica en Zaragoza, en la fábrica de Ámbar.
EliminarSi a la cerveza le da el sol o la luz durante un tiempo prolongado puede provocar malos olores, gustos no deseados y estropear la cerveza. Y en un recipiente transparente es fácilmente corruptible. Es un insulto al lúpulo, pero habrá que probarla en la tienda-fabrica, a ver que tal está.