#LaRonda 38 (2.12): Distribución de Cerveza

Este mes, #LaRonda cervecera en la que los diferentes blogs hablamos de un tema común viene propuesta por Birras a Tutti, y nos invita a reflexionar sobre el papel y la influencia de la figura del distribuidor en el mercado cervecero.

Nosotros, obviamente, estamos a favor de la figura del distribuidor. Ha de existir algo así ya que la cerveza debe ir de un sitio a otro (y finalmente a nuestra barriga). Obviamente no es que sea “imprescindible”, ya que el propio importador o el elaborador pueden asumir su papel (quitando este tiempo o trabajo de otras labores, claro); pero alguien ha de hacer eso.

También puede asumir el rol el minorista, y ser él mismo el que elija y compre directamente a los importadores o productores. Pero en ambos casos, es un trabajo añadido, con sus costes. Así que sea como sea, al consumidor final, cualquiera de las opciones va a costarle algo añadido al precio inicial.

Y, dado que es un trabajo (y no muy grato, ya que implica comprar y recibir mercancías enviadas, almacenarlas y asumir los gastos, recorrer y hacer de comercial -en muchos casos- y acabar entregando el producto en destino), es lógico que se lleve su margen.

La pregunta entonces es: ¿Cuánto es ese margen? Pues a veces, mayor que el del propio productor. Aunque habitualmente no mayor que el del vendedor final. Y es lógico, ya que cada uno de la cadena trabaja con un volumen inferior al anterior.

Pero todo es un negocio, al final. Así que buscan maximizar el beneficio de su trabajo y su inversión. Trabajar un producto en exclusiva ayuda a ello (aunque favorece la escalada de precios, al no tener competencia real de ese producto en concreto). Igual que el “exclusivizar” ciertas marcas o productos reduciendo su presencia o aumentando sus precios. Cosas que, como consumidores, no nos acaban de emocionar.

La cosa es que toda esa cadena es parte natural de un mercado globalizado y capitalista, en el que queremos adquirir a cambio de dinero cosas traídas de lejos. ¡Y nos encanta! Aunque podría orientarse más al consumidor, forjando una cadena más estable, sin “eslabones burbuja”. Esto ayudaría a asentar cada postura (productor, importador, distribuidor, minorista y consumidor) y favorecer que el panorama cervecero crezca sin altibajos.

Claro que, si no quieres pasar por ese aro, siempre te quedará el trueque con el productor de cercanía. Pero nunca podrás probar las cervezas de más allá del charco. Es una forma de consumo, eso está claro. En tu mano (y bolsillo) está favorecer la que creas más adecuada.

2 comentarios:

  1. BUEN TEXTO. EXPLÍCAME AHORA LO DE LOS ESLABONES BURBUJA COMPI. UN SALUDO Y FELICES FIESTAS!

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    1. Una cadena se rompe siempre por su eslabón más debil. Y si basamos este sistema en una cuyo eslabón es una burbuja de aire, imagina por cuál se va a romper...

      Por eso los eslabones que especulan con el producto y lo hinchan son los más peligrosos. Hay que intentar siempre gastar dinero en los otros, para que crezcan más, y buscar cadenas que no tengan ese tipo de eslabón. No comprar chorradas con el precio inflado, vamos.

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