Pero en nariz y boca no nos ha gustado demasiado, comparada con otras cervezas alemanas. Sí que huele como las cervezas de baja fermentación centro europeas: grano y lúpulo herbal, pero también un poco a piscina. Y el sabor es amargo y seco, pero deja un retrogusto algo agrio en el paladar que estropea el conjunto general.
Quizá es que su pertenencia al grupo Spaten-Franziskaner-Löwenbräu, que a su vez pertenece a Anheuser-Busch InBev, ha hecho que esta cerveza de 5,2% ABV sea demasiado “artificial” y apele al mínimo común denominador, pero no da la talla para nosotros.
“Mi opinión en un Tweet:” Una pala en el maletero, y enterrar todo lo que te sobre en un descampado. Nota: Insuficiente.
Hola. Creo que está siendo muy injusto con su análisis, Spaten es una cerveza fresca especialmente para apagar la sed como toda lager, si estamos acostumbrados a probar cervezas más complejas, es lógico que no encontraremos notas marcadas en naríz y boca. Spaten cumple con su cometido, es una cerveza de sabor sutil, aunque está presente la cebada y lo fresco y herbal de un lúpulo. Berberla bien fría en baso alto.
ResponderEliminarLa cerveza Spaten, a la que me unen dulces recuerdos familiares y tampoco puedo estar de acuerdo con el severo juicio que expresas sobre ella.
ResponderEliminarUn poco injusto, pero para el gusto los colores como dicen.
ResponderEliminarLa Spaten es una lager bastante interesante. Otro por aquí que tampoco coincide con el análisis.
ResponderEliminarEste es el típico que le gusta la cerveza artesanal que sabe a demonios y no la conoce ni s.p.m
ResponderEliminarCerveza que simplemente es adecuada para aquel paladar seco y garganta ansiosa de un remojo característico, así como el de una lager que puede no destacar tanto como lo quisiera el autor del análisis, pero sí destaca lo suficiente para una consumidora como yo.
ResponderEliminarLa estoy saboreando ahora mismo, no había Franziskaner y me llevé ésta. Menudo descubrimiento, me encanta.
ResponderEliminar