Las Doble IPA son esas cervezas acuñadas con un término para indicar que están un grado (o nivel) por encima de las “normales”. Y existe la corriente etimológica que sostiene que “Imperial” indica mayor alcohol y cuerpo, y que “Doble” se centra más en el aumento de las características propias del estilo.
En este caso, esta Double IPA ibérica y hecha en Toledo se sube a tener 7% vol. de alcohol y 50 IBUs, con lo cual tampoco es excesiva en sus números. ¿Lo será en la cata organoléptica? Pues solamente hay una manera de averiguarlo: dejar de escribir y abrir el botellín de una vez.
Al servirla podemos ver su color ámbar rojizo profundo, y cómo se genera una abundante espuma de color blanco roto, no muy bonita, pero de persistencia media, y pegajosa en los bordes de la copa.
En aroma se nota tanto la presencia del lúpulo con sus notas resinosas como la del alcohol que proporcionan sus maltas y la alta fermentación. Y en boca es, por supuesto, amarga, con una aspereza que la hace para paladares atrevidos.
O para combinar con comidas fuertes que se lleven bien con el amargo, como platos grasos y dulces (pongamos una salsa barbacoa) que necesiten de una cerveza que lo equilibre y limpie el paladar. ¡Pues así es ideal!
“Mi opinión en un Tweet:” Ya podían servirla en Iberia (en los aviones, digo). Nota: Notable.
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