Esta es una de las cervezas inglesas más famosas. Lleva el nombre de la ciudad que la vio nacer, y su logotipo reproduce los puentes de la misma en una estrella de cinco puntas azul. Actualmente ya no se produce allí exclusivamente, ya que la empresa fue comprada por una alianza entre Heineken y Carlsberg.
Es de estilo Brown Ale. Y como bien indica su nombre, es de color marrón; pero marrón, marrón. Un marrón muy bonito y sin ninguna turbiedad, eso sí. La espuma es consistente.
El olor es a lúpulos y maltas tostadas (por lo visto se hace con una mezcla de maltas pale ale y caramelo oscuro) , y el sabor es dócil y dulce, con cierto recuerdo (personalmente) a una bock, pero en suave. Y no es nada amarga; el lupulo típico del sur aqui apenas se nota.
Eso sí, no olvidemos que es una cerveza comercial, y por lo tanto contiene añadidos como el trigo, el jarabe de glucosa o el E-150, que hacen que sea así de bonita, barata y fácil de beber. Pero esta buena, claro, es una Ale para el público mayoritario. A tomar en pinta y fresquita, acompañada de aperitivos y futbol, de ser posible.
“Mi opinión en un Tweet:” Fácil de beber, para todos los públicos. Nota: Suficiente.
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