Hoy hablamos de la IPA teñida de negro de esta casa holandesa, un estilo con cierta polémica, pero que básicamente consiste en añadir maltas oscuras a una base pale y mucho lúpulo.
Cuando se sirve genera una agradable y generosa cabeza de espuma blanca ligeramente tostada, que se pega bien al vaso y nos regala con un bonito encaje. Su color es oscuro, no negro, pero sí marrón muy opaco con un toque de roble. Como veréis esta cerveza es generosa en muchos aspectos, y también deja ver la levadura sin prejuicios.
A la nariz sube un suave lupulizado y el sorprendente tostado café y el dulzor malteado que lo gira hacia chocolates. Estos tonos preparan muy bien para su sabor, donde se mezcla el amargor de sus 60 IBUs y el dulce de forma sorprendente, bailando en torno a los tostados, que son una nota constante de esta cerveza.
El alcohol (8% ABV) se disimula muy bien y su cuerpo se deja beber suavemente y finalmente queda ese regusto de lúpulo marca de las IPAs.
“Mi opinión en un Tweet:” La hermana rebelde de las stouts, a la que le gusta enseñar carne en la playa. Nota: Notable.
Estudiaros un poco más el asusto que la referencia es buena pero se queda en lo superficial y no husmea en lo realmente importante (al menos para los aficionados más “frikis”). No es tan fácil como añadir maltas oscuras. En tal caso estaríamos haciendo stouts o imperial porter que como sabéis son las cervezas con más ibu. La cosa es teñir sin dar sabor. Estos experimentos están bien por el uso de técnicas y recursos novedosos, que es lo que interesa saber (de nuevo aclaro: a los muy “frikis”). La black feet que idearon Milana, Barbas y Señor Bu supuso una notable investigación en ese sentido.
ResponderEliminarEn una entrada de cata de una cerveza, con 4 párrafos, y dos de ellos dedicados a las sensaciones organolépticas, no podemos (ni queremos) entrar en profundidad en los menesteres de un estilo recientemente inventado (y no por todos aceptado, ya que mucho prefieren considerarlas porter super-lupuladas).
EliminarNos quedamos por lo tanto en el resumen “superficial” (como dices tú), porque las entradas de cata se dirigen a un público medio, no súper friki. Para esos ya tenemos la sección Pista-Roja, en la que, si interesa, bucearemos en el futuro más en las raíces y origen de las BIPA (con B de Black, no de Belgian).
Y si se trata solo de cambiar el color sin cambiar el sabor, esta falla, ya que como resaltamos, los tostados, cafés y chocolates, se hacen notar entre el bosque de lúpulo. Pero vamos, yo creo que precisamente es lo que le da un poco de gracia al "estilo".
Pues yo en la Black feet sí que aprecié claramente las notas de la malta tostada, a café principalmente y un poco a regaliz...
EliminarAsí que lo de "La cosa es teñir sin dar sabor"... si es lo que buscaban, no lo consiguieron y si realmente era su objetivo, desde mi punto de vista, además no tiene sentido. ¿Para qué usar una malta sólo para que aporte color?.
Lo interesante y complicado a la hora de hacer una BIPA es conseguir la integración y equilibrio de los lúpulos utilizados con los sabores de las maltas tostadas, sin que se tapen entre ellos y que la combinación sea 'armónica'.
Ahora es más divertido. Veamos:
ResponderEliminarPrimero: Aclaro, por supuesto, que mis tesis muchas veces son fruto de mi ignorancia y mi osadía. Sean benévolos.
Segundo: La nota de cata está bien, pero tal vez para mí que soy un poco “friki” resulta ambigua. Lo explico de otro modo caballero, si me lo permite. Imaginemos que no aparece mencionado en el texto el estilo; yo pensaría que describe usted una Imperial o una porter muy lupulada. ¿Está de acuerdo o exagero en mi celo? Seguro que puede ser una mala interpretación por mi parte, pero agradecería que lo considerara un segundo desde mi modesta perspectiva.
Y, ya que me invita amablemente, pasare un rato por esa sección en cuanto el deber me lo permita.
Tercero: Por otro lado, señor Daniel, como bien señala el Barón, hablamos de un estilo no incluido en las clasificaciones oficiales, con lo cual cada artista puede interpretar su melodía libremente. Ahora bien, le puedo garantizar que en origen se buscaba teñir sin incluir sabor. No es trivial. Un valor tan secundario para usted, la estética visual, ha cambiado completamente la historia de esta bebida. Se trata de algo muy importante. El color tiene un gran valor estético y organoléptico. En Alemania no se haría cristal de trigo si no importarse el color. No existirían maltas “melanoidina”, que son maltas caramelizadas pero con aportación de colores rojizos (sin añadidura de otros sabores “ajenos”). Y lo que en mi modesta opinión resulta más notable como dato a favor de mi tesis: Las lager no dominarían el mundo si los valores estéticos no hubieran cobrado importancia.
Con cervezas negras tratar de controlar el color y el sabor resulta muy importante. Más aun, la potencia de las maltas torrefactas y de la cebada cruda tostada han preocupado siempre a los fabricantes. Por esta razón se estudia mucho cuanta cantidad añadir, siempre porcentajes muy bajos, y el modo de que aporten los toques y matices sabrosos sin llegar a colapsar el palar.
En cuanto a black feet, pues puede tener usted razón, amigo Daniel (si puedo llamarle amigo). Aunque bien es cierto que han existido varias versiones. Hasta donde yo se en la primera si fue un variable importante el teñir sin proporcionar sabores.
En todo caso, aunque creo que en este punto opinamos cosas distintas, le agradezco la conversación tan interesante y divertida, Daniel, y le emplazo a intercambiar más texto en esta u otra ocasión.
Un abrazo.
Sí, la idea general es teñír sin dar sabor, pero a eso no llega casi nadie. Yo todos los intentos que he hecho, siempre de Imperial Black IPAs, los he terminado llamando Imperial Stouts y listo. Y en la última utilicé un 4% de Midnight Wheat, que según dicen(http://www.brewingwithbriess.com/Products/Bitterless.htm) no debería dar ningún sabor. Pero lo da, aunque poco, y hace que deje de ser una IPA, negra o blanca. Y lo mismo me ha pasado con, creo, todas las Black IPAs que he probado. Como IPAs se quedan así, así, y como Stouts o Imperial Stouts tampoco suelen ser nada del otro mundo.
EliminarSobre el estilo, se oye por ahí que BJCP va a añadir nuevos estilos este año o el que viene y que BIPA será uno de ellos. Esto será bueno aunque sólo sea para devolver la cordura a las competiciones en la categoría 23 (cervezas que no entran en otras categorías) que últimamente están inundadas de este tipo de cerveza.
¡Salud!
Saludos,
EliminarCoincido con usted en que teñir sin sabor es el concepto de Black IPA. También coincido en que es difícil. Desconocía que la bjcp este planteándose incluir este estilo. Bien, fijaran entonces las características y pondrán fin a los debates. Por cierto, ¿soy el único al que BIPA le suena horrible?
¿Le puedo proponer un par de técnicas que me han dado un resultado relativamente bueno? Por ejemplo, reducir el tiempo en maceración de las maltas oscuras. Es decir, añadirlas 30 o 15 minutos antes del final de la maceración. Hay otra fórmula, harinar las maltas oscuras y añadirlas 10 o 20 minutos antes del final de la maceración (hay que filtrar muy bien).
No, no es usted el único, BIPA suena horrible se mire como se mire. La semana pasada hablaba Gordon Strong, presidente de BJCP, precisamente sobre esto en Basic Brewing Radio (En inglés: http://traffic.libsyn.com/basicbrewing/bbr05-09-13strongcomp.mp3)
EliminarLo de reducir el tiempo de maceración puede ser interesante. Si lo intento de nuevo usaré la técnica, ¡muchas gracias!
¡Salud!
Wittgenstein: Precisamente... ¿qué diferencia una Black IPA como esta de una Porter muy lupulada?
ResponderEliminarDe ahí que leyendo la cata pueda resultar ambigua. Quizá, a mi parecer, lo que marcaría la diferencia sería eso, la predominancia de las maltas tostadas, pero en este caso se notan, y la densidad del cuerpo, que aquí si que es un poco menos de lo que debería ser para una porter de 8% ABV.
Según mi criterio una Black IPA no debería, en lo posible, dejar muestra de malta tostada en el paladar. La Black IPA no debería tener mucha densidad, aunque tenga mucho alcohol. Porter, Stout o Baltic, muestran siempre su carácter maltoso y torrefacto. También son mucho más densas que la familia IPA.
ResponderEliminarEso sí, para mí una autentica porter nunca debe excederse en los lúpulos, salvo experimento. También sería adecuado en una porter que se escape del estilo subiendo el grado alcohólico y la densidad, pues habría que compensar de algún modo el exponencial aumento de sabores dulces (dextrinas).
En este caso, según su descripción, se asemeja a una imperial stout suave o una porter fuerte y lupulada. Es mi opinión. Probable es que la falta de precisión este en el fabricante, no en el texto que usted ha redactado. Creo que es grave que un fabricante no pueda cuadrar un estilo, o que etiquete mal un producto. Pero no soy un integrista de los “estilos”. Creo también que por encima de ello está el placer inferido de la ingesta de la cerveza.
Agradable charla señor Barón, espero repetir pronto.
Wittgenstein, ¿Las “melanoidina” no se usan también para aumentar el sabor a malta sin tener que recurrir a múltiples decocciones? Si es así, sí que aportan algo más que color ¿no?
ResponderEliminarSi realmente en una BIPA sólo se busca color oscuro, para mí (mi humilde opinión) es un estilo 'sinsentido' excepto como ejercicio experimental... como la stout rubia que sacó Brewdog en sus Abstrakt.
Y como dije, algunos fabricantes sí que buscan en sus BIPAs la armonización de los cafés, chocolates y regalices de la malta tostada con los lúpulos intensos y aromáticos usados en grandes cantidades. Como bien dices cada fabricante tiene su opinión.
En cuanto a lo de los estilos, cada vez es más complicado catalogar lo que bebes o cocinas...
Y, siendo puristas ¿Black y Pale no es algo difícil de conseguir?¿Grisáceas?...je, je. A mí tampoco me convence lo de BIPA.
¿Hay ya alguna Black Belgian IPA en el mercado?
Un cordial saludo! :)
Buenas señor Daniel,
EliminarPues claro que se usan también para eso, pero no de forma específica. Hay muchas maltas en el mercado que aportan maltosidad sin colorar. En las británicas islas la tradición establece que es el centeno el cereal encargado de enrojecer cerveza, pero esta materia prima sí que aporta otras cosas muy distintas. La “mela”, si no nos importa el color, la podemos sustituir fácilmente. Aunque conviene aclarar que hay muchas maltas melanoidina, y tendríamos que estudiar cada caso.
Para mi la armonía entre torrefacto y lúpulo ya se encuentra de forma esplendida en una buena Imperial Stout, o incluso en otras variantes de stout. Tengamos en cuenta que el amargo del lúpulo se solapa aquí con el amargo a quemado de roasted barley. Personalmente me encanta.
Está claro que no alcanzaremos acuerdo, usted y yo, sobre la importancia del color. Da igual. Lo que le puedo comentar es una divertida anécdota al respecto. Recuerdo que en una cata a ciegas, perpetrada por terrible secta vallisoletana que exige rituales de paso, se sirvió con sibilina premeditación una kristall weisse de Schneider. Si no conoce usted esta especialidad de los germanos le indico que es un trigo filtrado hasta obtener aspecto de pils. Que duro para el catador. Tanto le confundió la vista que, si no recuerdo mal, señalo que estaba ante una cerveza sin alcohol. No puedo eludir una sonrisa al recordarlo.
Lo cierto es que no recuerdo noticia sobre una Black IPA Belga. Pero siendo un estilo en crecimiento es probable que produzcan en breve.
Saludo cordial para usted también.
Hola de nuevo,
EliminarEn la anécdota que comentas, mas que el color, lo que despista al catador es la ausencia de turbidez.
Visualmente, la mayoría de la gente encuentra mas atrayentes las cervezas poco turbias, y esto (junto con su mayor ligereza) fue el motivo del éxito de las Pilsen (una lager sin filtrar es menos turbia que una ale también sin filtrar).
Además, el color de las cervezas con menos partículas en suspensión es más homogéneo y más `bonito`: Servidas en cristal una Schwarzt suele ser mas atrayente que una porter teniendo el mismo color.
En cuanto al equilibrio al que refería es respecto a los "nuevos" lúpulos americanos, neozelandeses, etc intensamente florales, cítricos que se usan en las IPAs modernas (que no en las clásicas).
Saludos
Buenas señor,
EliminarAsimilaba yo todos los aspectos visuales, incluyendo turbidez, para poner en valor la importancia de la información que nos entra a través de los ojos. Obviamente no es lo mismo, pero se conjugan en la misma categoría. Personalmente siento interés por los “prejuicios” que causa en la mente una primera sensación, visual por ejemplo, al condicionar el juicio posterior. Estos asuntos están muy estudia en psicología y su aplicación a un ámbito como el juicio sobre cervezas resulta curioso. Retengo mi verbo, que este es un tema ajeno y posiblemente no interese a estos apreciables contertulios con los que comparto espacio ahora.
Sobre atinado apunte de los nuevos lúpulos y su armonización con maltas torrefactas debo indicar que mi intuición es que tan cítricos elementos nunca podrán casar bien con tan oscuros granos. No lo puedo argumentar, es una opinión, nunca certeza, pero tal es como lo entiendo. Seguramente me demostraran lo contrario, pero de entrada…
Un abrazo
Por favor, continuad. Será por espacio en internet y en el blgo para las conversaciones. Y más si son interesantes y amenas como esta. Claro, que si no os gusta hacerlo aquí, podemos dar un espacio propio en un debate de lunes. ¿Cómo lo planteamos? ¿Importancia del aspecto de la cerveza a la hora de juzgarla? Venga, reservo el lunes que viene. ¿Como queréis que enfoquemos la pregunta?
EliminarBuenas amigo Barón
ResponderEliminarEn principio entiendo que esta es su casa, y usted define e inca los espacios. No seré yo quien invada tales facultades reservadas al anfitrión. Si le gusta, como parece, el desarrollo que la conversación ha tenido podemos continuar en este mismo punto si los ilustres contertulios tienen a bien hacerlo. Si usted prefiere abrir un debate específico yo estaré encantado de aportar lo poco que mi entendimiento y mis conocimientos me permitan. Es usted competente para platear la cuestión de modo adecuado. Tal vez se puede introducir el asusto con la relevancia histórica del cristal y la invasión de las Pilsner y lager, como atinadamente indicaba el seños Daniel.
Saludos y gracias por aportar tan cómoda sala para charlar y compartir ideas.
Está claro que la comida y bebida entran primero por el olfato y por los ojos.
ResponderEliminarEn una bebida, instintivamente, cuanto menos turbia y mas cristalina mejor nos parece... y eso sí que me parece importante. Una cerveza muy turbia y que además no presenta un tono homogéneo, o con muchas partículas en suspensión, ni parece buena ni suele estarlo.
Llevamos milenios bebiendo agua y nuestro instinto nos indica que un agua cristalina es mejor que una turbia...
Pero en cuanto a color, las Ipas ya suelen tener un bonito color dorado pálido o rojizo... no creo que hacerlas negras las mejore.
En cuanto a lo de los sabores torrefactos mezclados con cítricos... el mejor ejemplo es un café frappé... Intenso y refrescante
Saludos
Buenos días señor Daniel
ResponderEliminarPues tal son condicionantes psicológicos y evolutivos. Muy interesante. A mí me llaman más la atención los condicionantes adquiridos. Sería más que divertido encontrar una Black IPA que solo tenga color oscuro, IPA por lo demás, y encuestar una serie de personas tras beber una pinta. Seguro que en su mayoría las descripciones agregarían adjetivos impropios de una IPA. Solo el color condicionaría una sensación de más densidad en boca, y menos carbónico, ya que normalmente así son las cervezas negras que tomamos. De este modo el cambio de color si aporta cosas. El tema es si a usted o a mi nos resultan valiosas. Da igual. Lo importante es lo que resulta valioso al cervecero fabricante.
Sobre el asunto cítrico-torrefacto creo que encontramos que el peso del gusto básico de cada cual es muy importante. A mí no me gustan los cafes de tal modo aderezados. Tomo solo, largo y sin azúcar. Con en te me sucede parecido, no me gusta con limón. Me agrada hierba buena o jazmín, por ejemplo, pero no los toques cítricos.
Un abrazo, seguimos ablando.