Esta cerveza la elabora una destilería escocesa de whiskies llamada Tullibardine, y es relativamente fácil de encontrar en España ya que la comercializan varias cadenas de supermercados.
Se caracteriza por ser una cerveza de malta acondicionada en barril de roble en el que se ha envejecido whisky. Su aspecto es rubia ambarina, con espuma no muy abundante y ligera, que desaparece rápido casi completamente.
El aroma es ligeramente metálico, y predominan las maltas y el grano. En boca resulta densa, con cuerpo, y sabor dulce, compensado por el regusto a whisky y a turba, sutil y agradable.
Es una cerveza fácil de beber pese a su 7% ABV, y resultó una grata sorpresa. Nosotros no lo hicimos, pero recomendamos beberla en vaso de whisky o de coñac. La única pega que tiene es que no es barata.
“Mi opinión en un Tweet:” Excepto por el precio, todo lo demás bien. Nota: Suficiente.
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