Esta cerveza es una cerveza de frutas, pero no con una base de Lambic, como estamos acostumbrados, sino de una mezcla de cervezas ale, de diferentes edades (de 18 meses a 3 años) reposadas con cerezas de mayo (13 kilogramos por cada 100 litros) durante un año y mezclada con Oud Bruin y Goudenband.
El resultado de esto es una cerveza marrón rojizo, turbia. El aroma es achampanado, con ligeros toques frutales y a madera, pero sutiles. La carbonatación es leve, y la espuma, ligeramente coloreada por la fruta, es leve pero compacta.
El sabor es complejo, ácido y dulce a la vez. Con notas a cerezas, claro, pero poco. Y a muchas más cosas, que van apareciendo según respira y coge temperatura. De las mejores cervezas de frutas que hemos probado… porque no se notan apenas las frutas. No destacan, sino que están integradas.
Ideal para acompañar pasteles y postres, degustándola a temperatura media (8 ºC) en copa de vino blanco o similar. Tiene sólo 6% ABV, pero acompañado de un gran cuerpo, así que no la vas a beber muy rápido.
“Mi opinión en un Tweet:” Frutas, sí, pero dentro de una gran cerveza. Nota: Sobresaliente.
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