Porque esta cerveza nació con el fin de conseguir recursos para la fundación, y a ella es a dónde van los beneficios, al ser una cerveza 100% solidaria. Este es uno de los motivos que han hecho posible que ahora lleve el sello Tierra de Sabor (otorgado por la Junta de Castilla y León como sello de calidad y garantía a los productos de la tierra).
Y esta puesta de largo de la cerveza es, precisamente, porque ya lleva en las etiquetas este logotipo, que la permite comercializarse en más sitios. Sin ir más lejos, en una cadena de supermercados.
Además de los beneficios que genera para la fundación, tal como nos contó Javier Hernández, a través de su centro de trabajo son los propios discapacitados físicos los que se ocupan de las tareas de etiquetado, embalaje y distribución.

Sobre la botella destacar (para los frikis amantes de los tebeos como nosotros) que el dibujo de la etiqueta está hecho por los hermanos Fresno’s, autores de Benito Boniato, Ornelo y los comics de los Astrosniks (en la revista Zipi y Zape y en Bruguera).
Y sobre la cerveza… después de las charlas pasamos a la cata, en el exterior, guiada por Carlos Martín Lobera, de CCL Alimentaria, en la que pudimos beber todo lo que quisimos de esta cerveza tostada al estilo belga, o sea, dulce y compleja, aunque de cuerpo medio y caracter apto para los no iniciados.
Bueno, un placer de presentación, en la que pudimos encontrarnos con amigos (aparte de los ya mencionados) como Ricardo y Álvaro, Jose, Santiago o Raúl, y brindar con ellos, comer queso Flor de Esgueva (también de la tierra) y desear la mejor de las suertes al proyecto y a todos los implicados.
Un buen proyecto solidario que espero que triunfe y salga adelante. Saludos
ResponderEliminarUna cerveza que esta muy buena y encima solidaria, una combinación perfecta.
ResponderEliminarMucha suerte con este proyecto.
Sin duda habrá que probarla.
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