Si no te gusta que te molesten cuando estás ejercitando uno de tus placeres favoritos (o sea, beber cerveza), eres de los nuestros. Ya sea sólo o en compañía, no queremos interrupciones en nuestros momentos de intimidad con la cerveza.
Y por eso recomendamos este abridor, con la forma de las típicas tarjetas que se cuelgan en los hoteles. Te abres la cerveza con él, abres la puerta, y lo cuelgas fuera. Y a disfrutar de la cerveza tranquilamente.
Claro, que si luego ha desaparecido, no te extrañe. Yo lo mangaría, si lo veo colgando por fuera de una puerta. Y a la vez, lo usaría y me lo mangarían… Así es el ciclo de la birra.
Pero, mientras esté en tu poder, las cervezas que te tomes con él no se verán interrumpidas. Salvo por tu madre. A una madre no la detiene un cartelito de mierda. Va a entrar cuando quiera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario