Comenzamos las cervezas de 2015 con otra especial de navidad, belga en este caso, fabricada por la Brasserie de Bouillon, sita en la provincia valona de Luxemburgo. Y no sabíamos si comentarla o no, pero ya que ha llegado nuestras manos, queremos evitar que lo haga a las vuestras.
Y es que, pese a su buen aspecto (de color casi negro, rojizo y brillante, con cabeza de espuma blanca y pegajosa) esta cerveza no está nada bien, y no os la podemos recomendar en absoluto.
El aroma es muy plano, a levadura y fermentación; sin más que restos de maltas o especias. El sabor es regulero; maltoso, pero amargo y ácido sin embargo. Y sin pizca de gracia. Es más, uno pensaría que estaba esta botella mal; pero un rápido vistazo en las webs de puntuación masiva de esta cerveza indican que si es algo de la botella, le pasa a casi todas.
Así que si veis esta cerveza de 8,5% ABV en la estantería de una tienda, dejadla allí. Que no tiene nada de “Speciale”, más que que es una cerveza que no nos apetece beber. Y eso, hay que reconocerlo, es especial.
“Mi opinión en un Tweet:” Entendemos por qué la gente se suicida más en navidad. Por cosas como esta. Nota: Insuficiente.
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