Comentábamos el otro día a raíz de un proyecto (y leíamos hoy mismo en las redes sociales) que a pesar del exponencial crecimiento de marcas de cerveza artesana e importadas, al final casi todos los bares acaban teniendo las mismas referencias (y sobre todo en barril, que es más limitado el número de cañeros y por lo tanto de oferta).
Casi todos los locales optan finalmente por apostar por los mismos productos, generalmente a la vez (o sea, cuando llegan) y esto pasa repetidas veces. Y no, no nos referimos a grifos fijos (aunque ahí también hay marcas consagradas que se ven muy a menudo), sino a los rotativos.
En botella pasa también un poco, pero menos; el formato pequeño, el mayor aguante en el tiempo y la mayor oferta de producto diluye este efecto. Pero en barriles, es bastante habitual, tanto en pequeñas ciudades como Valladolid, como en grandes como Madrid o Barcelona.
¿Qué os parece que ocurra esto? ¿A qué creéis que se debe? ¿Falta de confianza en los productos diferentes y su calidad, por la distribución o por la ausencia de demanda? ¿Es bueno o es malo para el cliente final? Podéis opinar en los comentarios, como de costumbre.
Yo de grifo desde luego no me arriesgo demasiado y voy a productos con buenas referencias. En botella es otra cosa y me atrevo a probar cualquier cosa, pues aunque al final sea un bodrio al menos me queda la etiqueta para la colección.
ResponderEliminarPues si los consumidores actúan así, es lógico que los hosteleros apliquen en su selección un criterio acorde.
EliminarPara mí es al contrario, el riesgo son las botellas, pues de todas las diferencias entre los equipos modestos y los de las marcas grandes el más crítico son las embotelladoras. Con un equipo más bien primario se puede conseguir un buen producto en barril pero la botella siempre estará muy por debajo. Para probar yo siempre voy al barril. No sé los demás qué pensaréis.
EliminarCreo q se debe mas a cuestión de distribución y demanda, altos costes para un solo barril, etc....
ResponderEliminarNo sé de qué se extrañan. Moda o no, es natural que un empresario quiera apostar a lo seguro. No solo por la calidad del producto (que no deja de ser quizá lo más importante) y porque sabe que se va a vender, sino también porque ya conoce al proveedor y probablemente ya haya una relación comercial basada en la confianza y el respeto mutuo. Además, para una empresa es más eficiente tener un número menor de proveedores.
ResponderEliminarEn otras palabras: del otro lado del mostrador, "calidad" a veces significa más de lo que lo que termina en el vaso, y si eso significa sacrificar variedad. Bienvenido sea. Yo como cliente, prefiero la certeza a la lotería.
Buenas tardes, buen debate. Desde mi pensamiento creo que hay sobreoferta de cervezas artesanas y que algunas cervecerías nuevas no tiene producto de calidad para sacar al mercado. No se si son las prisas o la inexperiencia pero me ha ocurrido, y últimamente más, que pruebo distintas cervezas que no llegan a tener una calidad optima o reunir las características de una cerveza tipo.
ResponderEliminarSoy de la opinión (desde mi posición de consumidor) de que un maestro cervecero debería centrarse en dos o tres tipos e ir poco a poco mejorándola y dando un valor mayor a partir de la calidad de su producto. Las gran variedad de oferta de una cervecería que tenga menos de diez años de existencia me da que pensar que no está ni formada ni preparada para tener una amplia carta de cervezas de calidad.
Por aquí en Extremadura los bares y restaurante cada vez van teniendo más variedad de cervezas artesanas pero suelen ser las cervezas de calidad, no he visto en ninguno de estos locales cervezas artesanas regulares o malas.
Un saludo.