Desde la Abadía del Rock (no, no creemos que signifique eso, pero molaría tanto que ni nos hemos molestado en buscar cómo se traduce al castellano), en Bélgica, nos llega una cerveza de apariencia sencilla, pero muy interesante.
Una “Brune/Bruin” (os recordamos que ya nos preguntaron acerca de las diferencias entre Dubbel y Bruin) un poco subida de grados (hasta 9% ABV) que está elaborada sin uso de azúcar, siendo todo malta (algo poca habitual en los estilos fuertes belgas).
Así consigue un color marrón oscuro (aunque turbia y con una consistencia extraña, como de floculación flotante) y una buena cabeza de espuma. El aroma es intensamente maltoso, con mucho caramelo, y el sabor es dulce y un poco metálico; pero destaca su carácter frutal y complejo.
Aunque al principio da un poco de impresión “peleona”, la verdad es que luego resulta muy sabrosa y equilibrada. No es para pedirse dos seguidas por la carga de alcohol que tiene, pero sí para conservar una siempre a mano. ¡Que además no es cara!
“Mi opinión en un Tweet:” De corte clásico, como un buen Rock&Roll. Nota: Sobresaliente bajo.
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