Desde la lejana Escocia nos llega esta cerveza que es una Stout escocesa pero que parece pensada para competir con la Stout irlandesa más famosa del mundo. Para empezar por el formato de la lata y la graduación (4,2% ABV), además de llevar también un sistema “nitro” para dar una espuma similar (aunque sin capsula suelta por la lata).
Así que al servirla encontramos una cerveza muy negra de espuma muy blanca y cremosa, sin nada que envidiar a la Guinness en aspecto. Aunque la pega del tener esta espuma de burbuja fina de nitrógeno es que apenas deja salir aromas, así que huele poco, pero a café y maltas oscuras (Chocolate, Crystal y cebada tostada), si te esfuerzas.
En boca es ligera, con un sabor poco intenso también, que sigue con café y chocolate, pero también pan y regaliz. Claro que lo que convence es la textura: cremosa y sedosa, de paso ligero en boca. Y un breve equilibrio entre amargor y dulzor.
Vamos, que no es la cerveza que abrirías en grandes ocasiones, pero sí una más que aceptable cerveza negra para beber en pintas (o casi, que la lata es de 44 cl) en lugar de repetir de la marca irlandesa que bate records.
“Mi opinión en un Tweet:” El negro escocés es enemigo natural de los escoceses. Nota: Bien.
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