Es leer “Stout” y “Bourbon Barrel” en una etiqueta de cerveza, y las papilas gustativas de cualquier amante de la Buena birra deberían empezar a relamerse y salivar más que un perro de Pavlov en una tienda de carillones.
Pero claro, la cartera también suele alterarse (y temblar, aunque este caso no es nada extremo), y luego hay que estar a la altura. Veamos qué nos depara esta cerveza… Bueno, para empezar es negra, casi opaca. Con espuma beis rojizo. Bien. Una pena que sea escasa y poco persistente.
El aroma es a malta y café, sin presencia ni de madera ni de licor (ni bourbon ni whisky ni nada similar). En boca el sabor es más suave y equilibrado de lo esperado (para tener 8% ABV), con un perfil a la vez amargo y cafetoso, y dulce y alcohólico.
Pero de nuevo no hay presencia directa de la barrica de bourbon (más que un leve avainillado y algo de alcohol cuando coge más temperatura). Así que aunque como cerveza está aceptablemente buena, no da la talla con lo que promete en su etiqueta.
“Mi opinión en un Tweet:” La cerveza puede estar rica, pero parece sin barrica. ¡Hostia, un pareado! Nota: Suficiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario