Pero también práctico porque no sólo va a sostener eso, sino que también puede sostener nuestra cerveza. Con un sencillo movimiento la hebilla se despliega dejando una superficie donde apoyar la botella, el vaso o la lata y una fina anilla que evitará que se nos caiga.
Como única pega le vemos el tamaño de la susodicha hebilla, pero seguro que más adelante sacan modelos más discretos y elegantes para caballeros refinados como nosotros. Y como una imagen describe mejor que mil palabras, seguro que un vídeo lo hace mejor que cuatro párrafos. No se hable más y vedlo en funcionamiento:
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