Por primera vez, hemos probado una cerveza ecológica realmente buena. Quizá no sea esta su principal característica, pero es que las “organic” suelen estar un poco por debajo de la media. No es el caso de esta, que destaca positivamente por el amplio uso de cereales (del que la mayoría de los cerveceros clásicos nos enamoramos gracias a la Triple Karmeliet).
Y es que esta cerveza lleva 5 cereales malteados diferentes: cebada, trigo, escaña o escanda monograno (Triticum monococcum), farro o emmer (Triticum dicoccum) y espelta. Vamos, una cerveza de trigo de varias clases, pero, ojo, elaborada en baja fermentación (hace poco nos preguntábamos si habría alguna, y aquí está la respuesta).
Y la cerveza en sí es de color ámbar rojizo, profundo, con una ligera turbidez, con una buena cabeza de espuma blanca, compacta y duradera. El aroma es maltoso y a caramelo, con un ligero requemado. El sabor es muy complejo, dulce y maltoso, afrutado pero con mucha presencia del grano y notas a panadería y vainilla, junto con cierto toque terroso.
Una cerveza original (también en su envase) que merece la pena probar. E incluso repetir para sacarle nuevos matices, aprovechando que solo tiene 5% ABV. Ideal para acompañar embutidos o quesos, como el pan.
“Mi opinión en un Tweet:” Cinco granos como cinco soles. Nota: Notable Alto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario