Hoy vamos a hablar de una de las cereveceras alemanas más reputadas, aunque no es de las más antiguas. Situada muy cerca de Munich, en la región de Baviera, se encuentra Brauerei Aying, que deleitan con su buen hacer desde 1877. En concreto la cerveza que vamos a probar es una rubia de trigo o Weissbier, uno de los estilos más populares del país germano.
Se trata de una cerveza de libro, muy bien elaborada, con un color amarillo pálido y apariencia turbia. Coronada por una cabeza de espuma blanca cremosa y bastante persitente, aunque de consistencia baja. Ideal para servir en un vaso tipo Weizen. Nada más destaparla aparece ese aroma tan característico procedente de los ésteres y que tanto nos recuerda al plátano. Es notoria también la presencia de otra especia como el clavo, también habitual en este estilo.
Ya en boca, de nuevo aparece el plátano, que envuelve el paladar ayudado de la aterciopelada textura y termina en el retrogusto volviendo a aparecer el clavo. Como se ha dicho es una cerveza suave y su cuerpo es medio, aunque pudiera parecer más densa debido a la levadura en suspensión.
Tiene una carbonatación media-baja, muy agradable, con una burbuja fina que se podría comparar a la de un champagne y que le aporta ese carácter refrescante. Con sus 5,1% ABV no tendrás problema en beberte la botella de 0,5L en la que viene e incluso querrás repetir.
“Mi opinión en un Tweet:” Da igual si la acompañas con una salchicha o una rodaja de salmón, lo importante es que la pruebes, y te aseguro que querrás repetir. Nota: Sobresaliente.
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