En esta ocasión, para esta entrada de la sección en la que os enseñamos a reconocer los aromas que podéis encontrar en la cerveza (en este caso, un defecto) no nos andamos con rodeos y vamos al grano poniendo en el título la sustancia química que lo provoca.
Y es que luego los clorofenoles, si están presentes en la cerveza, nos pueden recordar a varias cosas; siendo las más habituales a tirita (de las de cubrir heridas), a hospital o farmacia, a producto de limpieza… Vamos, que todo suena apetitoso.
Su presencia se suele deber a la interferencia de los restos de productos con cloro (ya sean de limpieza o su presencia en el agua de grifo) con los fenoles que crea la fermentación de las levaduras. Pero también puede deberse a algún invasor externo o levadura salvaje que los produzca.
En cualquier caso, una adecuada higiene y limpieza con los productos apropiados suele solucionar todos estos problemas. Así que no escatimes con el agua ni con la desinfección, que son la base para evitar que beber una cerveza nos recuerde a deambular por la planta de un hospital.
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