Así que tiramos de clásicos y traemos uno de los mejores ejemplos que hay de cervezas de trigo al estilo belga. La Witbier elaborada por St. Bernardus (en el acogedor pueblo cervecero de Watou). Una cerveza que cuenta en su curriculum con el haber sido desarrollada en colaboración con Pierre Celis, el rescatador del estilo.
Y al ser, por tanto, tal y como conocemos el estilo, es turbia y de color pálido, rubio blanquecino. Con abundante espuma blanca. Es normal que el estilo se conozca como cerveza “blanca” (que es lo que significa Wit, o Blanche en francés).
En aroma destaca este estilo por su perfil especiado y cítrico (la cáscara de naranja amarga y las semillas de cilantro son dos ingredientes tradicionales), y en el sabor por su bajo amargor y las notas maltosas. Es una cerveza muy refrescante pese a ser dulce, por el toque del trigo y su leve acidez.
Se puede servir en cáliz o en vaso tipo Tumbler, pero tirando a fresca, porque ese es su objetivo con solo 5,5% ABV. Como anécdota, hace poco ha comenzado a llegar en lata, y, curiosamente tiene fecha de consumo preferente más corta así que en botella. ¡Prometemos averiguar por qué!
“Mi opinión en un Tweet:” Más blanca que la túnica de un monje. Nota: Sobresaliente.
Se puede servir en cáliz o en vaso tipo Tumbler, pero tirando a fresca, porque ese es su objetivo con solo 5,5% ABV. Como anécdota, hace poco ha comenzado a llegar en lata, y, curiosamente tiene fecha de consumo preferente más corta así que en botella. ¡Prometemos averiguar por qué!
“Mi opinión en un Tweet:” Más blanca que la túnica de un monje. Nota: Sobresaliente.
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