De los estilos de cerveza de este último siglo, las cervezas de fermentación espontánea Lambic, serán posiblemente el estilo que más se parezca a la cerveza “original”. Con malta de cebada y trigo sin maltear, estas cervezas se dejan fermentar de manera natural, sin echarles una levadura seleccionada, sino dejando que actúen las del ambiente.
Esto genera cervezas de perfil muy ácido y agrio, que poca gente disfruta bebiendo, por lo cual se suelen usar otras técnicas para rebajar esta acidez salvaje. Desde mezclar diferentes añadas (Gueuze), añadir frutas (como las de cerezas Kriek) o azúcar (Faro). Pueden resultar muy ricas, o muy desagradables, como la Lindemans Faro.
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