Esta cerveza pertenece a uno de los estilos más fáciles de beber que conocemos. La combinación de levadura de ale con bajas temperaturas y un lupulizado moderado hacen de las Kölschs (de Colonia, Alemania) cervezas para beber con continuidad.
Esta es muy rubia y muy clara, y más en su pequeño vaso de 20 cl (Stange) que es como uno de tubo, pero de cristal muy fino y más pequeño. La espuma es blanca, de apariencia bonita y pegajosa.
El aroma que desprende es leve pero fresco, invita a beber. En boca es rica y refrescante, maltosa y levemente lupulada. Entra sola, con el amargor justo para que sea deliciosa.
Este estilo fácilmente podría reemplazar en cualquier local a la cerveza lager imperante, si no fuese porque tiene “denominación de origen” y aquí a España no llegan demasiadas desde Colonia. Una pena, nosotros nos las beberíamos.
“Mi opinión en un Tweet:” La cerveza más fácil de beber del mundo, posiblemente. Nota: Bien alto.
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