Juan José Tur Lahiguera - La cerveza siempre ha sido mi opción a la hora de beber, ya que el vino me sienta mal y las bebidas más alcohólicas me tiran de espaldas. Mi acercamiento al mundo de la cerveza artesana se dio en el primer Barcelona Beer Festival en el año 2012, unos días antes del BBF estaba mirando un programa de TV llamado “Madrileños por el mundo” que tenía como país destino Corea. En el programa salía un señor calvo (Boris de Mesones) que había instalado un brewpub en una isla de Corea y le funcionaba muy bien. En ese momento yo pasaba por una mala época en el trabajo y buscaba alternativas en ese país asiático porque mi mujer es de allí. Tras acabar de ver el programa de tv, me puse a buscar información sobre la cerveza artesana, con la casualidad de que ese fin de semana se celebraba el primer BBF. Cogí el tren y fui directo ante una Jaipur de Thornbidge que me dejó boquiabierto (además de algo afectado por no haber desayunado). Volví a casa soñando en poder hacer mis propias cervezas. Tras unas semanas haciendo acopio de materiales para construir el equipo y muchas lecturas, hice mi primera Brown Ale. Esa cerveza me impactó más que la Jaipur por el hecho de haberla elaborado yo. A partir de ese momento comenzó una época desenfrenada de elaboraciones, todas ellas de cervezas negras (stout, bock, brown, dunkel...).
¿Qué supone este concurso y este premio para ti?
El concurso del Jardín del Lúpulo fue el primer concurso del cual tuve conocimiento en torno al mundillo homebrewer. Mi amigo Mario Comín, nos había picado en alguna ocasión para que nos presentáramos la gente de los cerveceros caseros valencianos. Tras probar la gran calidad de las cervezas ganadoras de Mario, el concurso se ofrecía un tanto complejo, pero yo tenía una cerveza que prometía.
Háblanos de la cerveza premiada en sí… ¿Por qué la hiciste así? Esboza un poco sus características para nuestros lectores que no la conocen, por favor. No hace falta darles la receta completa, pero seguro que les interesa qué lleva y por qué.
Llevaba 8 elaboraciones cuando pensé ponerme a elaborar cervezas más claritas, pero antes debía acabar con todas las maltas oscuras que me quedaban de la primera compra. Decidí hacer la madre de todas las Stouts. Quería una cerveza para beber durante el invierno, con gran contenido de alcohol y gran complejidad. Así comenzó el diseño de “Anna Chapman”, maltas pilsen, trigo, crystal, black, chocolate, ahumada y copos de avena y trigo además de extracto de malta en polvo para alcanzar una DI de 1110. Para apaciguar toda esa maltosidad acudieron los lúpulos Galena, East Kent Golding y Willamette. También cayeron en el hervido la piel de un pomelo, dos cayenas secas y algo de regaliz. La levadura encargada de tal festival de maltosa fue la levadura Nottingam procedente del barrillo de una stout anterior. Le llevó 10 días bajar la densidad a 1026. A partir de este momento comprendí que me había quedado corto de amargor, unas gotas de extracto de lúpulo ayudaron a balancear el dulzor de la malta. Ante la duda de embotellar con esas densidades, decidí llevar los 19 litros a un corny y dejar que reposara hasta el invierno, cuando embotellé una cerveza amarga y densa, con un “aroma barroco, con chile, fresa, cacao fresco, pasas, frutos secos y pan de higo”. Una cerveza para las largas noches de invierno junto al calor del fuego.
¿Te basaste en alguna cerveza del mercado para diseñarla?, ¿tenías alguna en mente al elaborarla? ¿Cuántos lotes habías hecho de la misma antes de presentarla?
Cuando decidí elaborar una Imperial Stout solo conocía lo leído y había tenido la ocasión de probar una comercial poco agraciada. Tenía la esperanza que mi cerveza se acercase a las descripciones del BJCP mas que a la cerveza que conocía.
Ahora, cuéntanos un poco sobre tu equipo y otras elaboraciones. Los estilos que haces habitualmente, ¿por qué los eliges? ¿Cuántos lotes sueles hacer al año? ¿Qué capacidad tiene tu equipo? ¿Algo de tu elemento del mismo que quieras destacar?
Mi equipo es el clásico compuesto por tres barriles descapotados. Hasta ahora mis elaboraciones rondaban los 20/30 litros y suelo elaborar una media de un lote al mes. Es últimamente cuando he decidido hacerme un equipo para pequeñas elaboraciones de no más de 10l, porque cuando sale un lote no muy acertado, 20 litros se hacen muuuuy largos de beber. Además, después de ganar el premio del Jardín del Lúpulo, he decidido probar diferentes estilos y hacer pequeños lotes en los que pueda controlar mejor todos los parámetros.
¿Y bueno, qué elaboración piensas presentar el año que viene al concurso?
Para el próximo año tengo una Barley Wine madurando que será la versión pálida de “Anna Chapman”, una cerveza para beber con calma y disfrutando de su aroma.
Di algo a los demás homebrewers para que sean buena competencia tuya en la próxima edición, algún consejo o recomendación. Muchos llevan poco tiempo haciendo cerveza, y seguro que lo aprecian. ¿Qué les aconsejas?
Me resulta difícil aconsejar a los demás sabiendo que tengo todavía todo por descubrir en el mundo de la cerveza casera. Tal vez lo que más me haya sorprendido en este mundillo y es vital para una buena cerveza son los tiempos de guarda. Cada cerveza necesita de unos tiempos que la redondeen y la perfeccionen. Este aspecto lo aprendí con “Anna Chapman”, que cada día está más rica.
Y hasta aquí, las preguntas que que le hemos mandado. Si queréis hacerle alguna, proponedlas en los comentarios, que se las transmitiremos y publicaremos aquí las respuestas.
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