Noruega es un país norteño, el segundo más septentrional tras Rusia. Y como tal, tiene una tradición alcohólica contrastada. Pero hasta hace poco, con la aparición de cerveceras modernas, era difícil ubicar este país en el atlas cervecero. No obstante, su historia se remonta muy atrás, como mínimo un milenio.
La mayoría de sus cervezas tienen orígenes centroeuropeos, pero tienen estilos propios como la cerveza juleøl (cerveza navideña), que goza de gran reputación. Algunos esperan como agua de mayo (o de diciembre) esa época para poder llenar el buche de sabrosas cervezas maltosas. La pega es el elevado precio que deben pagar por ellas, ya que en Noruega el alcohol tiene precios muy elevados para un tren de vida "de aquí". Pero aún así, llegan cervezones (y los que más nos gustan son los más densos y alcohólicos), como la Haandbryggeriet Dark Force o la Nøgne Ø Imperial Stout.
No hay comentarios:
Publicar un comentario