Un clásico entre los lúpulos es el Saaz, lúpulo natural de la zona de Bohemia, en la República Checa, y que toma su nombre de la ciudad de Žatec (en alemán, Saaz). Vamos, en mitad de una de las cunas de la cerveza moderna.
Este lúpulo noble (recordemos: por su equilibro entre alfa ácidos y beta ácidos, y su alto aroma frente a su bajo amargor), tiene tan sólo entre un 2% y un 5% de alfa ácidos, por lo que no aporta gran amargor.
Pero sí que da aromas herbales y florales, e incluso terraceos. Vamos, que huele a campo. Y, como es propio de la zona de Bohemia, pues se utiliza mucho en las Bohemian Pilsner y en las Lager; así como en algunas otras cervezas de corte europeo (Ales belgas, por ejemplo).
Por ello, lo podemos encontrar (y apreciar) en cervezas lager como la clásica Pilsner Urquell o la también checa 1795 o en la strong ale belga Duvel. Os invitamos a probarlas para reconocerle y a que nos contéis vuestro parecer.
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