De esta marca guipuzcoana no habíamos hablado en El Jardín hasta el momento, pero creemos que ha llegado el momento de hacerlo tras haber coincidido ya con ellos en varias ferias durante estos años y que nos haya gustado todo lo que hemos probado. Pero la que más hemos repetido es esta.
Una Porter con nombre de puerto (es lo que significa en islandés) y que tiene, además de una relativamente baja graduación (5,1% ABV) y mucha información en la etiqueta, que son cosas que agradecemos, un carácter sabroso y bien fuerte.
De color negro, como se espera al estilo e incluso un poco más, y espuma de color beis o hueso, compacta y de persistencia media-baja. Aromas a chocolate y malta (lleva pale, chocolate, cristal y roasted, además de copos de avena) y sabor dulce y sabroso, pero equilibrado por el amargor final. También con cacao y chocolate en boca y un poco de café.
No es una cerveza que esté diseñada para romper esquemas ni moldes. No es extrema ni usa ingredientes raros. Pero es una buena cerveza negra para beber a menudo, y esas no son mayoría entre las elaboradas en España, así que es bienvenida en nuestras neveras todo el año.
“Mi opinión en un Tweet:” ¿Mala? ¡Buena Gissona! Y buena porter, claro. Nota: Notable.
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