Nos pregunta un lector, Kevin, según él preocupado por su analfabetismo cervecero, sobre la última ocurrencia de una gran marca comercial: “¿Qué es el Triple Temple? Lo he oído en el anuncio de la nueva Mahou Maestra y jamás había escuchado eso.”
Pues bien, amigo jardinero, el “Triple Temple” es márquetin puro y duro. Igual que lo de Doble Malta o Doble Lúpulo. Haces un producto nuevo (que no novedoso) y quieres darle una característica diferenciadora. La Mahou Maestra (a secas, la primera; otro día hablaremos de la mala estrategia que nos parece ponerle un nombre que le hacía parecer única y luego transformarlo en una gama de cervezas diferentes) era DOBLE Lúpulo, así que hay que subir la apuesta a triple.
Como destacan en su publicidad que tiene tres tipos de malta (con tres tipos de tueste) puede dar lugar a confusión, pero nuestros expertos consultados nos indican que a lo que se refieren, dado que hablan de “proceso de triple temple”, es a la triple decocción.
Para el que no lo sepa, la decocción es un proceso de elaboración en la que se retira parte del mosto del macerado y se hierve aparte, lo cual genera sabores maltosos muy característicos y oscurece los colores (por la caramelización de los azúcares), y que servía para crear escalones de temperatura que ayudaban en la maceración de maltas poco modificadas.
Esto era tradicional de los fabricantes de cerveza alemanes, sobre todo para sus cervezas oscuras. Así que tiene cierta lógica que sea eso, ya que esta cerveza se anuncia como una Dunkel (oscura de baja fermentación). Lo que no sabemos es por qué lo han llamado así, existiendo el otro término que es el que habitualmente se usa…
Y con esto esperamos haber solucionado tu duda. Y nos alegramos de que desconfíes del marketing de las grandes marcas, que suele ser bastante lioso (cuando les hemos consultado en sus redes sociales nos han contestado "es un proceso de cocción de las tres maltas utilizadas -Munich, Color y Pilsen- que se realiza en varias fases y recipientes" que nos ha dejado con casi las mismas dudas), y prefieras… ¡preguntarle al lúpulo! ¡Dónde va a parar!
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