La serie llamada 8.6 de Bavaria nació con una cerveza con esa graduación (no especialmente sutil), pero pronto se fue llenando de latas de cervezas peleonas y colores chiscantes (nos recuerdan en eso a los Power Rangers).
Esta, la negra, lleva maltosa, caramelo y aromas indicados en su etiqueta. Viene ya metamorfoseada de casa. Y sí, es negra, pero de brillo rojizo, no opaca. Con espuma abundante pero fea, tiznada de color.
Tiene aromas de intensidad leve a tostados. Y sabor a café (nos apostamos a que este es uno de esos “aromas”), resultando amarga y dulce a la vez. Caramelo y regaliz completan los sabores a encontrar.
No tiene mucho cuerpo ni mucha integración, quedándose en un traje negro para disfrazar sus 7,9% ABV envueltos en armadura de Yonkilata. No te va a salvar de Rita Repulsa ni de los Masillas. Sólo sirve para emborracharse con negras.
“Mi opinión en un Tweet:” Y como te bebas muchas, el masilla vas a ser tú. Nota: Insuficiente.
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