La elaboración más esquiva de Sierra Nevada es esta Bigfoot. Bueno, no es esquiva porque sea difícil de avistar, ya que huellas hay todos los años, sino precisamente porque sólo se elabora un lote al año de esta Barley Wine. ¡Y hay que cazarla que no se escape!
De color avellana, rojizo y limpio, debido al uso de maltas caramelizadas. La espuma es de color beis claro… o de un blanco amarillento, para entendernos. Y cantidad y persistencia media. Lo cual nunca está mal para una cerveza con 9,6% ABV.
En su aroma está muy presente la malta, pero no es muy intenso. Notas frutales del lúpulo también aparecen (lleva Cascade, Centennial y Chinook hasta alcanzar los 90 IBUs), pero la carga se la lleva la malta y el alcohol. Lo mismo en el sabor, que es maltoso, pero también muy amargo y áspero como lamer el pelo de un Sasquatch.
Da la sensación, como pasa con algunas cervezas, de estar caliente incluso cuando la acabas de servir y está fría. Así que mejor bebedla antes de que llegue realmente el buen tiempo… O si no dejadla para el invierno siguiente, que son cervezas que aguantan el paso del tiempo.
“Mi opinión en un Tweet:” Me ha parecido ver algo borroso al fondo… (después de beberme tres de estas, normal). Nota: Sobresaliente bajo.
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