Por suerte el año pasado llegó la 4th release de barricas de Porterhouse, esta vez en colaboración con la destilería Dingle. Y si aquella que probamos estaba en barricas de Whiskey Killieggan, esta está en barricas de Bourbon y Oporto. Y le sienta bien el cambio.
De color negro súper intenso, opaca y densa, la corona una espuma marrón claro, rojiza. No muy abundante, pero de buena persistencia. Huele a bizcocho y licor (sobre todo a bourbon) y sabe a chocolate, café y bombón, tras la cortina de alcohol que tiene (aunque aun así, no llega a aparentar los 12% ABV que posee realmente).
Es cremosa, es densa, es rica y deliciosa. Es una cosa que bien merece probar (y coger algunas para guardar, aún tenemos un par) y compartir. Porque es de beber despacito, y sólo con una puedes acabar perjudicado. Lo sabemos por
“Mi opinión en un Tweet:” Realmente enamorados del concepto IRS + barrica. Nota: Matrícula de Honor.
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