De esta fábrica ya os hablamos cuando os contamos nuestra visita en Tadcaster a la cervecera Samuel Smith (una de nuestras marcas favoritas). Pues como dijimos entonces, que ambas marcas se produzcan en ese mismo pueblo de Yorkshire y compartan apellido, no es casualidad.
El fundador de la que hoy os hablamos, llamado por supuesto John Smith, era el tío de Samuel (que dio nombre a la otra, al otro lado del río). Pero mientras que Samuel Smith sigue perteneciendo a los herederos familiares, esta marca pasó primero a manos de Courage (en los años 70), que a su vez fue comprada en 1995 por Scottish & Newcastle, y en 2008 pasó a manos de Heineken.
Esta lata que hoy reseñamos, que en España es sin duda su cerveza más conocida, es anterior a muchos de esos cambios, ya que se vende desde 1993. Y es (como las de Guinness Draught) de estas que llevan nitrógeno y dejan esa espuma tan bonita y compacta.
Además, según la sirves, las burbujas van trepando descubriendo su color ámbar rojizo. Y al final deja una bien definida línea de crema encima, digna de la mejor repostería. Está claro que el aspecto es su punto fuerte. Porque por lo demás…
Entre que con 3,6% vol. no es una cerveza muy intensa, que el nitrógeno impide sacar los aromas por la gran estabilidad de sus burbujas finas, que tiende más a lo maltoso que a lo “bitter” y que recomiendan servirla fría… pues lo que es saber, la cerveza ni sabe ni se disfruta. Pero queda muy bonita, eso sí.
“Mi opinión en un Tweet:” Estoy seguro de que estaría mejor sin nitro, en cask por bomba de mano. Nota: Suficiente.
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