Las cremas dulces y alcohólicas (como el Baileys, el ponche de huevo o similares) son siempre un acierto en la sobremesa, a la hora de tomar un chupito o como acompañamiento de otras bebidas. Y la receta de cocktail cervecero que os traemos hoy es una adaptación de ellas.
Por lo que el ingrediente principal es leche condensada (no cerveza, ese es el segundo). Así que echaremos en el vaso de una batidora medio kilo de leche condensada y una botella de 33 centilitros de cerveza negra (viene bien que sea una fuerte, tipo Imperial Stout, por ejemplo, para darle más "punch”). Depende de lo denso que lo queramos podemos rebajarlo con 100 ml de agua (o leche).
Para darle sabor, y en función de lo que nos aporte (o no) la cerveza negra elegida, podemos añadir una cuchara de café soluble, dos cucharaditas de vainilla en polvo o esencia de vainilla y una de cacao en polvo… con una pizca extra de canela. ¡Con todo esto va a quedar sabrosa y potente!
Luego es solo mezclar hasta que el líquido quede homogéneo y a nuestro gusto y enfriarlo dejándolo reposar unas horas en la nevera. Y luego, pues lo puedes servir con un hielo… ¡O echárselo encima a un café! Verás como el resultado os gusta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario