Dentro de la tradición de cervezas belgas de abadía, las Dubbel son cervezas maltosas de color oscuro (tostado o marrón) e intensidad intermedia. Esto es lo que va a definir en gran medida qué platos o acompañamientos podemos elegir para maridarlas con éxito.
Ese carácter de pan líquido y su cuerpo denso, hacen que sean una pareja ideal de platos como un estofado de ternera, un plato de carne a la piedra o incluso costillas a la barbacoa (y si están algo especiadas y pican, el dulzor de la cerveza ayudará a sobrellevarlo).
Pero también pueden acompañarse de cosas menos contundentes. Un poco de queso Tête de Moine, cortado en sus características rosetas. O un queso Brugge cortado en cubitos, con algo de embutido de igual forma, será una manera típicamente belga de maridar este estilo de cerveza.
Y si la usáis para los postres, pues un bizcocho de yogurt o unos croissants de mantequilla pueden ser buen acierto. Y si es algo que lleve chocolate, que este no sea muy intenso, ya que si no este estilo se puede quedar corto y habría que buscar a sus hermanas mayores.
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