Hace poco Arriaca sacó las primeras cervezas artesanas españolas en lata. No nos hemos resistido de ir a probarlas y hemos elegido la IPA. El diseño de la lata mantiene la misma línea que el de las botellas, muy negro todo, muy sobrio, muy bonico.
Pero vamos a la cerveza que es lo suyo. El color va del ámbar intenso al cobre, con una moderada cabeza de espuma blanco roto. La burbuja es de tamaño medio, manteniendo una espuma suave y compacta, con buena retención.
En nariz domina el lúpulo. Aroma intenso a frutas de hueso y flores blancas. Percibiéndose algo de vainilla y goma por debajo. El sabor empieza con notas de caramelo y toffee de las maltas acabando lupulado, seco y con ligera astringencia. El cuerpo es medio y el final persistente.
La malta se hace notar más en esta ocasión que la última vez que la probamos en un grifo, resultando una cerveza (de 6,9% ABV) más compleja y rica en matices. Y la lata permite su mejor almacenamiento y distribución. Así que al final, ¡todo son ventajas!
“Mi opinión en un Tweet:” Relación calidad/precio de 10. ¡Póngame otra pinta! Nota: Sobresaliente bajo.
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