Siguiendo con lo dejado en la entrada anterior, toca hablar del tercer gran cambio en este BBF, algo que ha nacido como un concurso pionero en nuestro país. Hablamos del BBCh (Barcelona Beer Challenge). Pese a que necesitaría una entrada aparte, se puede decir que por lo general ha funcionado bien, y ha dejado bien claras dos cosas: la primera, que se hacen cervezas muy buenas no muy lejos, capaces de competir contra marcas extranjeras de prestigio. Y segunda, que si no se deja muy claro al público en qué consiste un concurso, las confusiones aparecen rápido. Desde la organización no se hizo suficiente hincapié en que el concurso era algo totalmente separado de las cervezas del festival, aunque compartieran organizadores y marco. Mucha gente creyó (y todavía cree) que se premiaba la mejor cerveza pinchada en el BBF, y esto no fue así.
Además, este año hubo varios grifos fijos durante todo el festival, pertenecientes a marcas que, imaginamos, contribuyeron a ello mediante su chequera. La idea de tener siempre pinchada de manera continua una referencia (o una cervecera) no es mala (ya se hizo el año pasado con los grifos del Black&Tan), pero el criterio no debería ser exclusivamente económico, sino de interés cara al público.
Y tras estos cambios que consideramos positivos, ha llegado el momento de decir lo que no nos ha gustado o es claramente mejorable. Organizar un festival como el BBF es una tarea titánica, pero hay algunos errores que deberían intentar minimizarse para el bien del evento.
El primero es el gran mal endémico del BBF desde su primera edición: las grandes colas y esperas. Es normal si un número muy superior al aforo quiere entrar, pero entonces quizá se debería plantear un cambio de ubicación (que solucionase también problemas como los olores, calores y ambientes pesados). Creemos que tras este año, en el que ya había dos horas de cola el sábado a las 17:00 y se tuvieron que cortar los accesos horas antes del cierre, ya va siendo hora de crecer.
El segundo punto negativo es la no inclusión de guardarropa. Otros años el BBF ha coincidido con bonanza climática, pero este año ha sido bastante frío a nivel de temperaturas en Barcelona. Esto contrastó con el calor dentro del recinto, donde era casi recomendable ir en manga corta. Esto provocó quejas y molestias porque no existía lugar habilitado para dejar la ropa (lo comentábamos en Facebook justo antes del festival).
Otro mal endémico son las colas en los lavabos, especialmente en los de mujeres. Se hicieron colas bastante importantes, ya que la pequeña cantidad de lavabos móviles (precarios e indiscretos además) no pudo absorber la cantidad de público.
Además, dejó mal sabor de boca, aunque ajeno a la organización, el plantón a última hora de Mikel Borg, Mikkeller, que por "motivos familiares" se quedó en Dinamarca. Los chicos de Warpigs, el brewpub que montó Mikkeller con Three Floyds, junto a gente del Mikkeller Bar de Barcelona, se portaron muy bien y pusieron todo su esfuerzo en "sustituir" a Mikel, que había generado mucha expectación y dos pases, uno para el público general y otro para prensa y "beer influencers" (o sea, nosotros).
En definitiva, que quedan cosas por pulir pero el festival cada vez va mejorando otras carencias (este año se han puesto mesas dentro de nuevo y algo de comida de hacer colchón, aunque hayan sido solamente pretzels, y también un dispensador de fichas que ha aliviado de forma importante las colas interiores, tres puntos que ya recogíamos a mejorar el año pasado). Ya sólo queda que nos hagan caso en otras cosillas que mejorarían el festival de cara al público, como potenciar la figura de los beer informers y formar más adecuadamente a todo el personal de la barra, que recuperen la mesa redonda del sector y las actividades para bloggers (a esto nos ofrecimos el año pasado y lo volvemos a hacer) y que reduzcan el valor de las fichas para poder escalar más los precios.
Esperamos con ansias el BBF 2017. Y esperamos verlo habiendo dado un paso adelante para consolidarse como uno de los festivales más importantes del planeta. Nosotros volveremos, como siempre, no para emborracharnos como perros, si no para documentarlo para nuestros lectores, claro. Ah, y el próximo día os hablamos sobre las cervezas que bebimos.
Y con respecto al concurso, ¿sabemos algo del jurado? Quienes eran? Seguían alguna guía? Eran jueces bjcp?
ResponderEliminarHay bastantes categorias donde me he quedado francamente sorprendido, no quiero menospreciar ciertas cervezas y quizás con el tiempo hayan mejorado pero he probado muchas de las premiadas y las que reiteradamente se han ido por el desagüe (incluso en el mismo BBF) han resultado ganadoras por encima de otras que desde mi punto de vista son auténticos cervezotes y me han parecido excepcionales.
Cada vez tengo mas miedo de probar las cervezas que ponen "medallitas" en sus etiquetas.
Respondiendo a todo:
EliminarEl jurado eran todo miembros con titulación BJCP o Sommelier. Seguían (seguíamos) la guía BJCP2015.
Se hizo totalmente a ciegas, no había manera de ver qué se estaba probando y cada cerveza fue analizada por 4 jueces distintos durante 15 minutos (cada juez). Eran 500 y pico cervezas y 40 jueces.
Respecto la frase "han resultado ganadoras por encima de otras que desde mi punto de vista son auténticos cervezotes y me han parecido excepcionales"... ¿cómo sabes que se presentaron al concurso? Tal como dice la entrada, mucha gente cree que las cervezas que se valoraron fueron las del BBF, y no fue así. Se valoraron las que se presentaron a concurso, que fueron muchas, y un porcentaje alto no estaban en el BBF. Y al revés, un elevado porcentaje de las cervezas presentes en el BBF no participaron en el concurso.
Saludos.
La verdad es que todos los peros son mejorables y se una falta de previsión que simplemente se tiene que tener en cuenta para el año siguiente, de lo contrario si que es un fallo.
EliminarLo de Mikeller que le puede hacer la organización? Colgarlo de los pulgares?
Si tengo que dar una colleja es en el tema del concurso. Nada de expectación y nadie supo que se presentaba. Una Sugerencia? que las cervezas presentadas sean las que prueba el publico del certamen... Recuerdo que no es un concurso de Homebrews por lo que la complicidad con el público hace que apreciamos mas aún lo que hemos probado en los tiradores y que conozcamos mas los productores. De que sirve un concurso profesional si no se da a conocer con los consumidores potenciales?
Si queréis charlar y charlar con una buena caña sabéis como encontrarme.
;-)
Gracias por comentar lo de los jueces, la verdad es que no he encontrado o sabido buscar esa información.
ResponderEliminarCon respecto a las cervezas me refiero a las premiadas, los consumidores no conocemos las cervezas presentadas.