Si tus circunstancias o tus apetencias en algún momento no pasan por beber alcohol, no significa que tengas que renunciar a la cerveza. A nosotros nos pasa a menudo; por eso bebemos tantas cervezas sin alcohol (y os las comentamos para que elijáis con información).
La que hoy nos ocupa es la versión “free” de la Budweiser checa. Desde la República Checa nos viene esta cerveza elaborada, igual que su hermana (de la que hablamos en este VS), con maltas de Moravia y lúpulo Saaz.
Pero en la sin alcohol, el parecido acaba con el color rubio claro, de carbonatación media y espuma no muy abundante y persistencia media/baja. El aroma tan agradable que tiene la otra lo imita, pero en esta se trunca en “quemado” enseguida.
Y el sabor es más maltoso y menos equilibrado. ¡Una pena, porque pintaba bien al principio! Pero aunque no se parezca del todo a la original, sigue siendo algo digno para el mundo de la cerveza sin alcohol.
“Mi opinión en un Tweet:” De la República Checa vienen cosas mejores, pero con alcohol. Nota: Suficiente Alto.
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