Los que nos leáis a menudo sabréis que en esta web es verdadera devoción lo que sentimos por esta marca de cervezas alemanas. ¡Una de las cervecerías más antiguas del mundo! Cervezas clásicas, ajustadas a estilo... y encima, es fácil encontrarlas a un precio decente en una gran cadena de grandes almacenes.
Pero cuando se dice que los experimentos hay que hacerlos con gaseosa… ¡No creemos que se refieran a refresco de limón! Y es lo que han hecho en esta ocasión, mezclando un 50% de su deliciosa Weltenburger Kloster Barock Dunkel con otro tanto de limonada, para hacer esta Radler oscura.
Eso deja un mejunje color marrón rojizo, nada turbio y con espuma poco duradera. El aroma es a grano (y algo cítrico), pero el sabor es difícilmente descriptible. Ni rastro de los lúpulos (Herkules, Perle, Tradition), pero sabe como te imaginarías que sabe una tostada untada en café o caramelo y luego en fanta de limón.
La cosa es que la edad de hacer potingues y brebajes en los cumpleaños mezclando todas las bebidas ya se nos pasó. Y no le vemos mucho sentido a buscar eso en esta cerveza de solo 2,3% ABV. Así que no la podemos recomendar en absoluto.
“Mi opinión en un Tweet:” ¿A quién coño se le ocurrió esto? Nota: Insuficiente.
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