Visita a Monkey Beer

Recuperamos esta sección que teníamos un poco abandonada para hablaros de la primera de unas de las últimas visitas que hemos hecho a microcervecerías de nuestra zona (o sea, de la “gran castilla”). En este caso, de Castilla La Mancha: en Toledo.

Ha pasado unos meses desde que hicimos la visita, y desde entonces han cambiado de ubicación (de Torrijos a Gerindote, dos pueblos bien cercanos) a una nave más grande que les permita crecer más. Pero el concepto es el mismo.

Los hermanos Prieto (Roberto y Rual) tienen un equipo diseñado por ellos mismos. Se basaron en su “Monkey Brew Machine” de homebrewers, como prototipo completamente automatizado, para la fabricación profesional a mayor escala y ahora tienen capacidad de elaborar 1000-1300 litros por lote, con un obrador que funciona mediante intercambio de calor al mosto y con el que logran unas cifras de rendimiento en torno al 90%.

La verdad es que sus números nos dejaron impresionados. Con sus actuales ocho fermentadores (con máquina de frío para las camisas fermentación) y su embotelladora que es isobárica …pero manual… están alcanzando unas producciones de 70.000 litros al años, y que esperan superar con el cambio de local al acabar este año (incluyendo 4 nuevos fermentadores y una línea de llenado automática de 1500 botellas hora).

Para ello también hicieron hace poco un proyecto de crowdequity (crowdfunding de inversión) para aumentar capital y socios que les ha funcionado muy bien, así que podrán crecer con fuerza y seguridad, ampliando poco a poco el sector, afianzando la empresa y ampliando su alcance además de agilizar los procesos de fabricación.

Como cervezas, pudimos probar su gama básica: Akira (una Pale Ale), Bill (una de Trigo con un toque moderno) y la Mamba Negra (una American Stout, que es nuestra favorita de las tres); así como alguna cerveza que tenían en los fermentadores que elaboran para terceros.

Hay varias cerveceras que confían en ellos para hacer su producto, o incluso para comprar sus equipos de elaboración. Por ejemplo, CCVK (de la que próximamente también contaremos nuestra visita) tiene en sus instalaciones de Vallecas un obrador “Monkey Brew Machine” con el que trabajan.

Y, para despedirnos, unas palabras de uno de los fundadores, Rual, sobre su cerveza: “Al final todo se resume a Trabajo y Pasión”. Está claro que ambas son necesarias para lograr algo bueno, pero cuando trabajas en lo que te apasiona, parece que cuesta menos… ¡Y con esto en mente, nos vamos a visitar la próxima fábrica! ¿Cuál nos recomendáis?

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