Ojo, que no os lleve a engaño el titular, no es que cada vez bebamos menos cerveza... Seguimos teniendo un consumo medio per cápita en el Jardín superior al de muchos países con tradición cervecera. Pero la verdad es que tenemos que confesar que cada vez nos hacemos más viejos y bebemos menos… alcohol.
Sí, amigos. Al contrario de lo que hacen (y hacíamos) los jóvenes, que siempre buscabas la cerveza más fuerte para toñarte… nosotros somos ya unos ancianos gruñones que nos pasamos horas leyendo las etiquetas y buscando la que menor graduación alcohólica tiene, porque cada vez nos sienta peor, sobre todo en lo referente a la resaca del día después.
Y esto tiene un efecto secundario que ha causado una baja importante en nuestras cervezas habituales: casi han desaparecido las cervezas belgas fuertes de nuestro menú. Cada vez bebemos menos Strong Dark Ale, Quadrupels, Triples y similar…
En ese sentido, nos encanta que estén tan de moda las Session IPA, pero nos gustaría que hubiese más cervezas de sesión de todos los estilos. Más cervezas de estilos alemanes o checos, fáciles de beber, pero con carácter. Más cervezas de estilos clásicos ingleses (que ya de por sí son bastante de sesión).
Esperamos que el mercado siga esa línea (ahora que parecen bastante abandonadas las carreras por hacer la cerveza más fuerte o más amarga o más de todo) y se centren en hacer buenas cervezas que disfrutar sin preocupaciones y sin acabar perjudicado por el efecto secundario del alcohol.
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