El último abridor de botellines de cerveza que comentamos aquí en El Jardín fue uno con forma de cocodrilo (por aquello del cocodrilo del Pisuerga). Pero si hay un saurio que nos gusta desde pequeños es el dinosaurio.
Como no podía ser menos siendo, como éramos, unos jóvenes prepúberes cuando se estrenó Jurassic Park. Desde entonces nos flipan (aunque nos siga sorprendiendo que en el blog hayamos hablado tan poco de ellos), y seguimos la máxima de: ¡Todo es mejor con dinosaurios!
Por ejemplo, para abrir las cervezas de tu casa puedes usar un aburrido abridor normal, o dar de comer las chapas a este “Abridorosaurius Rex”, de hierro fundido, que devorará con placer los tapones corona con sus fauces, saciando su apetito y permitiéndote a ti saciar tu sed.
Y si eres fan de los dinosaurios como nosotros, puedes acabar el pack de paleontólogo borrachín llevando esta camiseta de Velociraptor Cervecero, ponerte un poco pedo y pesado y dar la tabarra a todos con que no es un Velociraptor, que eran mucho más pequeños, sino un Deinonychus.
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