Los escoceses de Brewdog van siempre marcando una ruta; quizá no puntera, pero crean un surco tras la tendencia que guía a otras muchas marcas y movimientos. Y sus productos de gama base hacen buena idea de cuál es el sentir más popular… en este caso, que molan las IPAs con frutas.
Por eso tienen esta “Citrus Session IPA” con 4,5% ABV que aparte de llevar lúpulo en cantidad (Ahtanum, Cascade, Chinook, Columbus, Mosaic y Simcoe), lleva también mandarina. Y se nota nada más olerla al servirla, mientras ves su color ámbar rojizo, limpio, y su espuma jabonosa, pegajosa.
El sabor es bastante amargo y áspero, con mucha persistencia en la boca. No sólo es como beberse el zumo de una mandarina: más bien es como comerse toda la mandarina, desde la piel hasta los hilillos blancos del centro.
Y, como siempre, en términos cerveceros eso no nos acaba de convencer: los adjuntos deben tener presencia, pero nunca ser dominantes. Y el mérito está en conseguir sabores y aromas cítricos sin tener que usar la fruta (o los sabores a café en las negras sin echar café, sería el equivalente).
“Mi opinión en un Tweet:” Te la recomiendo si te gusta la mandarina hasta los hilillos y las espumas pegajosas. Nota: Bien bajo.
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