No hay nada más placentero que llegar a casa, quitarse los zapatos y andar en zapatillas. Bueno, sí, quitarse la mascarilla. O el sujetador. Pero lo siguiente en la lista es los zapatos, sin duda alguna. Es una liberación física que da mucho gustirrinín…
Y la liberación mental llega cuando puedes abrir una cerveza y desconectar de todo. Es el punto final, el culmen del día, el momento álgido de la propia existencia. Por eso es importante dedicarle nuestro alma, de la cabeza a los pies.
Y en los pies puedes llevar este lema: “Un gran día termina con una gran cerveza”. Porque no dudamos que la cerveza que te abras será buena. O al menos, grande. (No tenemos muy claro cuál es la grandeza a la que se refieren).
Así que estas zapatillas de andar por casa son una buena compra (o regalo) para todo aquel que ame la cerveza y la beba para acabar el día de una manera redonda y fresca. ¿Sois de los nuestros?
No hay comentarios:
Publicar un comentario