Esta cerveza es la que recibe su nombre del fundador de la Omer Vander Ghinste, llamado así. Vamos, que este señor fundó la cervecera en 1892, le puso su nombre (y apellidos) y la cerveza que lleva su nombre (sin apellidos) es la que vamos a reseñar hoy.
Como curiosidad, este señor se casó con la heredera de Brasserie LeFort (otra marca que fabrican ahora) y llamaron a su hijo… ¡Omer! Así no tenían que cambiar la vidriera que llevaba el nombre del propietario. Actualmente se llegan ya por Omer (5), igual que la cervecera, aunque esta se llamó Bockor Brewery durante casi 40 años, entre medias.
La que hoy nos ocupa la definen como Traditional Blonde, y es cierto que es rubia. Dorada brillante y limpia, clarita. Con mucha burbuja y espuma blanca abundante y persistente, en continua creación desde la base de la copa.
En aroma tiene un perfume rico y fresco, con notas afrutadas de la levadura, y un leve atisbo de las maltas. El sabor es dulce y suave, muy bien equilibrado con el amargor al final del trago. Y sorprendentemente, no se nota ni pizca el alcohol.
Decimos que sorprendentemente porque tiene nada menos que 8% vol., que es alto incluso para una Blonde belga. Y lo disimula perfectamente. Así que ojo con pasarse o beberla como si nada, porque puedes acabar bien perjudicado.
“Mi opinión en un Tweet:” No sabemos si le gustaría a Homer, pero sí a nosotros. Nota: Notable alto.
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