Hubo un tiempo en el que las Black IPA eran el sub-estilo de moda, dentro del mundo de las cervezas lupuladas. ¡Y hasta lo echamos de menos, ya que al menos intentaban que supieran amargas, no como las hazy IPA modernas! Y esta es una de las pocas que conocemos que hayan sobrevivido…
Porque su primera elaboración fue en 2007 para celebrar el undécimo aniversario de la marca. Y la acogida fue tan buena que la han ido rehaciendo desde entonces, dentro de la gama de lanzamientos especiales.
Y es que lo importante de una de estas cervezas (o al menos lo que importa en nuestra opinión) es que sirvan como trampantojo, y si cierras lo ojos creas que estás frente a una IPA. ¡Y esta lo cumple (bastante)! Huele a IPA, y a lúpulo, aunque también algo a Stout.
En boca es muy amarga, con mucho lúpulo (Chinook, Simcoe y Amarillo; tres jinetes clásicos) pero también amargor de la malta en forma de frutos secos y café. Así que no da el pego en todo, pero al menos la presencia del lúpulo es claramente dominante.
El color, por supuesto, es casi negro, de un rojo limpio muy oscuro. Y la espuma beis no es muy abundante, pero sí compacta y pegajosa. ¡Ojo que este santurrón tiene 8,7% vol. y mucho peligro detrás! No es para que te pille desprevenido.
“Mi opinión en un Tweet:” La gárgola ataca desde lo oscuro. Nota: Notable.
Creo que esta es la única black ipa que veo que exista todavía, me encanta vuestro blog, pero quitad lo de "onceavo"! ;)
ResponderEliminarCorregido. Hemos castigado al becario media hora al rincón con un tomo del DRAE en cada mano! Gracias!
EliminarJajaja un saludo!
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