Atendiendo a vuestras peticiones la reseña de hoy es la de esta IPA asturiana de la marca Scone (su nombre viene de la Piedra del Destino, en la que supuestamente Jacob apoyó su cabeza para dormir, y en la que se coronaban los reyes).
Esta está nombrada en honor a Mary Poppins (un personaje mucho más místico) con un juego de palabras doble, tanto a la malta inglesa usada (Maris Otter) como al lúpulo (hop en inglés). De estos últimos lleva Perle, Amarillo, Sladek y Mosaic.
Es una cerveza de color dorada ambarina, claro pero apagado, limpia aunque levemente velada al servirla fresca. La espuma es de color blanco hueso, esponjosa compacta, de cantidad y persistencia medias.
En aroma destaca el lúpulo, con notas a frutas de hueso (drupáceas, si quieres fardar de vocabulario en una cata) y herbales, pero también un leve toque de levadura “artesanal”. El sabor es amargo pero con mucho equilibrio.
Eso hace un trago muy fácil, que resulta muy satisfactorio porque lo acompaña de buen cuerpo y tiene el alcohol bien disimulado (con su 6,5% vol.). Vamos, que tras la cerveza vas a hacer las tareas de la casa cantando y bailando, ya verás.
“Mi opinión en un Tweet:” Con una cucharada de lúpulo. Nota: Bien alto.
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