Dentro de la gama fija actual de la cervecera artesana escocesa más conocida del mundo, tenemos esta American IPA (de ahí su nombre y su estética) con pomelo. Como anécdota y antes de entrar en la cerveza, supuso un litigio legal sobre el uso del nombre “Elvis” que llevó a los cerveceros escoceses a cambiar su nombre en el registro por Elvis.
Ya sabemos que a Brewdog le gusta más la polémica que a un niño un chupachús, y que no desaprovechan ninguna oportunidad de causar un revuelo mediático. Pero es que es verdad, un nombre, sin más, es difícil de acaparar. No es como otras imágenes corporativas o sujetas a derechos, que vemos más a menudo robadas en el mundo cervecero.
Bueno, al grano, que nos despistamos con nuestras propias luchas. Rápida la reseña. Esta cerveza. Color ámbar, con brillos del dorado al anaranjado, según la luz que le incida. Espuma blanca. Cantidad y persistencia media-baja.
Olores cítricos. Por el lúpulo y por la fruta. Lleva piel de naranja y de pomelo. Y extracto natural de pomelo y de naranja. ¿Malta? Poca. Algo de galleta y caramelo. Pero al final no da mucha impresión de amargor. Tira a frutal y dulce.
Uf, que cansado esto de escribir intentando condensar la información por habernos ido por las ramas. Y todavía nos hemos dejado en el tintero el alcohol (6,5% vol.), y las recomendaciones de vajilla (copa cerrada por arriba para concentrar aromas) o maridaje (se valiente y atrévete con una pizza con piña). La próxima vez lo planeamos mejor.
“Mi opinión en un Tweet:” Ándate con ojo, no te equivoques, hagas lo que hagas… Nota: Bien.
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