Uno de los estilos alemanes asociados a ciudades más conocidos en el mundo son las Kölsch. La protección de su denominación hace que solo puedan llamarse así las que se elaboran en Colonia, la ciudad más poblada del Estado de Renania del Norte-Westfalia.
Y esta marca en concreto es la más vendida allí, acaparando un 30% de las ventas de la zona en lo que a Kölsch se refiere. Que, por si no lo sabéis, son cervezas que se elaboran utilizando levadura de alta fermentación, típica de las cervezas ale, pero a una temperatura más baja, similar a la de las cervezas lager.
De color dorado pálido, con espuma blanca ligera, el aspecto es el de una rubia “normal”. Pero luego esos matices más afrutados de las levaduras ale se notan, combinando con un amargor suave y equilibrado en boca.
Su cuerpo ligero, y una carbonatación suave, junto con la presencia de justa de los ingredientes en su receta, hacen de esta una cerveza fácil de beber y muy refrescante. Es un estilo que a nuestro parecer triunfaría como rubia de tirada por encima de las Lager más frecuentes.
Y esta en particular, sin ser quizá la mejor de la que hemos probado, es lo suficientemente resultona para que quieras beberte otro par de vasos de tubo aprovechando que solamente tiene 4,8% vol. de alcohol.
“Mi opinión en un Tweet:” Que corra la Kölsch sin parar. Nota: Bien.
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