Curioso este aparato que nos manda un lector. Nos llena de intriga su uso pero a la vez nos da mogollón de miedo atrevernos a usarlo. ¿Seremos capaces de comprarlo y ponerlo en un botellín que luego realmente nos vayamos a beber?
El funcionamiento parece sencillo: tienes en el congelador este trozo de hierro (bueno, acero inoxidable) bien heladito. Y cuando quieres servir una cerveza que se te ha olvidado enfriar a tiempo, pues la abres, lo introduces por el cuello y el frío se traspasa (bueno, más bien absorbe el calor) y la enfría.
Además, por lo que parece, la abertura que tiene en el lado superior y en los laterales, permite servir la cerveza a su través, e irla disfrutando. Promete hacerlo en solamente tres minutos. ¿Será realmente algo útil?
En fin, algo hará, está claro. Probablemente sea más útil para mantener una “coronita” bien helada más tiempo. Pero si se trata de una buena, creo que merece la pena esperar a que esta se enfríe plenamente que hacerla pasar por este aro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario